
Bruno Galván perdió el puesto en el arco del Deportivo Morón por una serie de groseros errores que le costaron directamente partidos a su equipo. Sin embargo, tiene una historia que lo gratifica más allá del momento.
Es el arquero elegido para los picados que juegan durante los recesos en Europa dos cracks de la Selección Argentina: Leandro Paredes y Rodrigo De Paul. Con el actual futbolista del París Saint Germain compartió divisiones inferiores y al volante del Atlético de Madrid lo conoció en esos partidos, y quedó como el elegido.
“Pegamos muy buena relación. Gracias a Dios me toca jugar con ellos y por ahora no perdimos”, contó Galván al periodista Ariel Schvartzbard en el programa La Rockola del Nacional por el canal TyC Sports. “Por ahora soy el arquero de ambos en las vacaciones. Esperemos que me sigan llamando”, agregó con una sonrisa en el rostro, al tiempo que reconoció que las dos estrellas de la Scaloneta son “exigentes, iguales que en la vida real”.
La imperdible anécdota contrasta con el presente del golero. Sólo para recordar lo que va de la temporada 2022 de la Primera Nacional, la floja respuesta ante un tiro liviano en el partido contra Brown en Adrogué, el mal cálculo en Chaco ante For Ever y la pelota que se le escurrió entre sus manos en el cotejo ante Gimnasia de Mendoza se tradujeron en tres caídas del ‘Gallo’ con una particularidad: en el banco hubo tres cuerpos técnicos distintos.
En el primero de los encuentros citados todavía era Alejandro Orfila el entrenador; en el segundo la dupla ‘Chiche’ Migliardi y Joaquín Iturrería y en el tercero ya estaba Walter Gastón Coyette. La acumulación de jugadas desafortunadas que protagonizó derivó en la chance para que Juan Martín Rojas se quede como titular bajo los tres palos.
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