
Punto final para el segundo capítulo que tuvo la dramática muerte de la jugadora de Argentino de Merlo Juliana Gómez, quien perdió la vida volviendo desde la ciudad de Rafaela, en Santa Fe, al volcar el auto en el que viajó para representar al club. El siniestro vial fue sobre la Ruta 9, a la altura del kilómetro 128 en sentido a Buenos Aires.
Como se recordará, después del despiste y los trompos que dio el vehículo la futbolista murió en el acto y dos compañeras que viajaban con ella sufrieron heridas de diversa consideración. El conductor del rodado, Ricardo López, quien además era fotógrafo y dirigente de la institución deportiva, fue derivado al hospital de Baradero, a donde arribó horas después la familia de la víctima fatal y provocó destrozos y lo agredió mientras era atendido. Todo, claro está, en medio de una crisis de nervios luego de enterarse de la fatalidad.
Luego de ese hecho Ricardo López fue derivado por su obra social a la Clínica Agüero, de Morón, a donde falleció a los diez días. Desde un primer momento se pensó que una cosa tuvo que ver con la otra: es decir, que la agresión de la familia de Juliana estuvo vinculada al deceso del directivo, lo que podría haber configurado el delito de homicidio. Pero a seis meses del hecho, la justicia finalmente archivó el expediente, dio por concluidas las actuaciones y dictó el sobreseimiento de los allegados a Juliana.
¿Qué pasó? Para el fiscal Vicente Gómez, de la Fiscalía Nº 9 de Baradero, “no se pudo determinar” qué heridas sufrió el conductor en el siniestro vial y cuáles en el hospital, si es que las hubo, y además que ninguna de esas lesiones fueron la causa de la muerte, sino que Ricardo López falleció “por una infección generalizada provocada por un virus intrahospitalario”. O sea que para la justicia no se puede probar que la familia de Juliana Gómez y su reacción en el nosocomio de Baradero tenga vinculación con el deceso del chofer.

La información fue confirmada a Primer Plano Online por fuentes judiciales y por abogado David Berstein, que representa a los allegados de la jugadora fallecida mediante la organización Madres del Dolor. En tanto, la causa penal por el vuelco del auto va camino a una resolución similar, debido a que no surge de las actuaciones hasta el momento que haya intervenido otro rodado sino que quien conducía perdió el control y, tras morir, se extingue la acción en su contra.