Pandemia de coronavirus, crisis sanitaria, cuarentena y caída abrupta de la economía: un combo explosivo que preanuncia un caos que ya impacta en todas las clases sociales, pero fundamentalmente en los sectores más vulnerables y de menores recursos.
En la primera línea de trinchera los Municipios, que cada vez cuentan con menos herramientas propias para enfrentar esta inesperada realidad y requieren, sí o sí, de asistencia nacional y provincial. Pero, ¿cómo se vive semejante desafío de gestión en los gobiernos locales?
Alberto Descalzo, intendente de Ituzaingó, lo reveló en una charla mano a mano con Adrián Noriega en la emisión semanal del programa periodístico Primer Plano. Allí, el histórico jefe comunal confesó que los pedidos de ayuda, principalmente por alimentos, ya están en los niveles del pico de 2001, cuando un estallido social se llevó puesto al gobierno del entonces presidente Fernando De la Rúa.
“La demanda creció en forma importante. De diciembre a hoy debe haber crecido un 30 por ciento”, describió el mandatario. El Municipio puso a disposición de vecinos y vecinas un servicio para llevarles mercadería directamente a las casas, para ayudar al cumplimiento de la cuarentena y tratar de cubrir la necesidad básica de comida.
“Son entre 10 mil y 12 mil familias, cerca del 25 por ciento de la población. Estamos casi en los números de lo que fue el pico de 2001”, manifestó Descalzo, preocupado porque incluso hay sectores que piden el auxilio del Estado que nunca antes debieron solicitar ayuda para comer. Son, sobre todo, los emprendedores que no pueden trabajar por la pandemia y no cuentan con recursos para sostener esta situación.
