
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se registra un suicidio cada 40 segundos. Yendo de números generales a específicos, en la provincia de Buenos Aires un/a joven se quita la vida cada 24 hora, lo que representa la segunda causa de muertes en personas de hasta 24 años, detrás de los accidentes de tránsito.
Ahora bien: si se tiene en cuenta solamente la franja etaria conformada por niños, niñas y adolescentes de entre 5 y 14 años, las estadísticas alarman. El incremento fue del 68% a nivel nacional y del 183% en territorio bonaerense, entre los años 2016 y 2017 (últimos datos oficiales disponibles en la Dirección de Estadística e Información de Salud de la Nación). La mayor cantidad de muertes autoinfligidas se registra en jóvenes de entre 15 y 24 años: 870 casos a nivel nacional (año 2017), de los cuales 238 tuvieron lugar en la Provincia.
Hoy, martes 10 de septiembre, es el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, y todavía hay cuentas pendientes por instrumentar en la Argentina. Por caso, la Ley Nacional 27.130 (sancionada en 2015) crea una línea 0800 de atención durante las 24 horas, que aún no existe; también dispone la creación de protocolos de atención y obliga a las obras sociales a que brinden cobertura asistencial a las personas que hayan intentado suicidarse y a sus familias, algo que todavía en los hechos no se instrumentó.
Hoy es el #DiaMundialPrevencionDelSuicidio
El #suicidio se puede prevenir con intervenciones oportunas, basadas en la evidencia.?Más información https://t.co/5aXsb8vzYt#Hablemos ?#SaludParaTodos pic.twitter.com/ozJdtqOvrM
— Walter Martello (@WalterMartello) September 10, 2019
“La OMS pidió que esta problemática sea prioridad en las políticas de salud pública y advirtió que uno de los motivos de los suicidios está vinculado a las adicciones”, recordó el defensor del Pueblo adjunto de la provincia de Buenos Aires, Walter Martello. Esa misma autoridad internacional en materia sanitaria señala que el comportamiento suicida está determinado por un gran y complejo número de causas, entre ellas: los antecedentes familiares, el abuso de alcohol y de estupefacientes y determinados trastornos mentales como la depresión y la esquizofrenia, la pobreza, el desempleo, la pérdida de seres queridos, la ruptura de relaciones y problemas jurídicos o laborales.
“Por esas razones, el suicidio debe enfrentarse como un tema prioritario de salud pública por parte de las autoridades gubernamentales, atendiendo y garantizando la protección de la salud a nivel poblacional, la promoción de estilos de vida saludables, las campañas de concientización, la educación y la investigación en la materia, garantizando con ello, el derecho humano a la salud”, concluyó Martello.