Diego Valenzuela es uno de los intendentes mimados de Cambiemos, a punto tal que se lo menciona como posible cabeza de la lista de candidatos que la alianza que gobierna a nivel nacional y provincial va a proponer al electorado en las primarias de agosto y en las generales de octubre. Él lo desmiente, y garantiza que su compromiso es con los vecinos de Tres de Febrero para gobernar hasta 2019.
“Ser intendente es un trabajo hermoso, es más de lo que esperaba. Cuando trabajaba en la comunicación sentía la envidia del político por el hacer, por el transformar, por el administrar un presupuesto. Si bien nuestra tarea de comunicadores es maravillosa, uno incide en la realidad más indirectamente. Desde la gestión la incidencia es directa”, razonó el jefe comunal.
Valenzuela gobierna un distrito recibe el 1,1% de la coparticipación bonaerense y destina el 30% de sus ingresos a sostener una plantilla de 2.500 empleados municipales. Además, recibe aportes de Nación y Provincia para obras públicas importantes, como el Metrobús de la Ruta 8. Como tantos otros municipios del conurbano, acechado por el flagelo de la inseguridad, promete que a fin de año en el distrito tendrá funcionando 1300 cámaras para monitorear las calles.
A propósito de su posible postulación en las legislativas que vienen, el intendente rechazó de lleno esa chance aunque aclaró que es “un jugador de equipo”. “Me honra que mi nombre pueda circular pero me parece que no es el momento. Yo estoy concentrado en Tres de Febrero. Entiendo que es una elección súper importante para el proyecto y yo soy jugador de equipo, pero creo que puedo aportar mucho desde la intendencia como vocero de las políticas provinciales”, continuó el mandatario.
Para finalizar, el también periodista, historiador y economista no vaciló en reconocer que la economía está saliendo de una “situación difícil”. “Hay muchos intendentes incómodos molestos porque la ministra de Desarrollo Social continúe dialogando y ayudando a movimientos sociales que no son de Cambiemos. El tema es que creemos en un piso de derechos que no se puso nunca en duda. Somos muy conscientes de la situación y de los dolores que pasa la gente. Pero estamos convencidos que por el otro camino hubiera sido infinitamente peor”, cerró.
