Dos jóvenes fueron detenidos acusados de robar al menos 30 vacas y seis caballos de una vivienda de Virrey del Pino, en La Matanza, mientras que en su poder hallaron más de seis armas de fuego, entre ellas una escopeta, y cuchillos usados habitualmente para faenar.
El hecho se descubrió a partir de la denuncia de un vecino de la mencionada localidad, quien comunicó al 911 el acto vandálico que había padecido. A raíz de tareas investigativas, personal policial de la Subestación Sur de Policía de La Matanza realizó un allanamiento de urgencia en dos domicilios cercanos al lugar, procedimiento que fue avalado por la justicia.
En uno de ellos, ubicado en Pillado al 7.500, fue detenido un hombre identificado por la policía como Leonel Alejandro Martínez (25), quien tenía en su poder un revolver Colt calibre .38, dos teléfonos celulares, una montura y dos cuchillos utilizados para faenar. En tanto, también se secuestró un caballo utilizado para el robo de los vacunos.
En tanto, en otro domicilio de la calle Manzanares y Pitágoras se hallaron dos caballos más, tres monturas, una pistola calibre .22 y dos teléfonos celulares, propiedad de Ángel Gabriel Mujica (29), quien fue detenido. La fiscal Alejandra Núñez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 de La Matanza, inició una causa por abigeato, es decir, el robo o hurto de ganado. En total en ambos lugares rescataron al menos 30 vacas de diferentes razas, pelajes y edades, y seis caballos.
Además, se secuestraron otras armas como una escopeta Stopping Power con la numeración suprimida calibre 12/70, con 12 cartuchos; un pistolón sin marca ni numeración visible, calibre 16; una pistola marca Browning calibre 9mm, con 30 cartuchos intactos; un revolver Jaguar calibre 32, con numeración suprimida y con 6 cartuchos intactos.
La fiscal ordenó la detención de los dos jóvenes y la aprehensión y notificación del inicio de causa a otras siete personas, quienes estaban en el lugar donde se encontraban los animales y parte del armamento incautado. Por orden judicial, los animales fueron puestos a disposición del Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires para posteriormente ser devueltos a sus propietarios.
