
Se entregó ayer el segundo ladrón del robo al supermercado chino de General Rodríguez en el que resultó baleado León, el nene de siete años que compraba con su papá y recibió las esquirlas de un balazo en una de sus piernas.
Según confirmaron fuentes policiales, el sujeto, de 18 años, se presentó en la seccional 1ª de ese distrito para manifestar “deseos de entregarse por haber sido cómplice de un masculino el cual la noche anterior cometió ilícito en un supermercado del Barrio Bicentenario”.
Lo más impactante del caso es que el primer detenido en el caso resultó ser empleado municipal del corralón, contratado en planta temporaria por la actual gestión del intendente Mauro García. Se trata de Gastón Maximiliano Díaz, quien se había presentado en un centro asistencial de la zona con una herida de arma de fuego en la mano, producto del forcejeo con el gendarme. «Es empleado municipal de la Delegación del barrio Bicentenario y tiene contrato activo», precisaron fuentes de la investigación a Primer Plano Online.

Mientras, el niño de siete años continúa internado «estable» y «lúcido», según describió su papá. El chiquito fue sometido a una operación en el Hospital Militar porteño, en la cual le extrajeron dos de las esquirlas recibidas en el hecho. Mario, el papá del chico, reveló con angustia que, tras ser baleado, su hijo le dijo «pá, me voy a morir, me duele mucho» y que recién en ese momento se dio cuenta que había recibido un disparo.
«De los seis fragmentos solo pudieron extraer dos y los otros cuatro prefieren dejarlos por el tema del riesgo de hacer más daño de lo que las esquirlas ya hicieron. Hay una que está en una posición delicada, que molesta una articulación del tobillo del nene, está incrustada en un ligamento y lo querían extraer pero está agarrada y encima le provocó una fisura», precisó.
Tras el hecho, el hombre lo alzó en brazos y no vio si seguían robando porque su «desesperación» era que su hijo «no se desangre».