
La generación de platino perdió la final pero logró un reconocimiento universal. El equipo argentino de básquet acaba de perder la final por 95 a 75 ante España, aunque más allá de la única derrota en la competencia se vuelve a estas latitudes con la satisfacción del deber cumplido, y de haber logrado despertar una ilusión en todo el pueblo deportivo.
Los europeos dominaron el juego de principio a fin, y sólo en un tramo del primer cuarto el conjunto de Sergio Hernández consiguió achicar la diferencia a menos de un dígito. En la mayoría del partido, la ‘Roja’ impuso condiciones de la mano de un quinteto que varió nombres pero nunca cedió en presión defensiva y efectividad ofensiva.
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— CABB (@cabboficial) September 15, 2019
Argentina sufrió mucho en ambos tableros, no logró ser efectivo con el tiro externo y tampoco encontró respuestas en sus individualidades como Scola y Campazzo, de las que más se esperaba. Cayó por 43-31 en la primera mitad y España logró extender esa diferencia en el tercer cuarto, en donde la distancia era de 66 a 47. A esa altura, sólo un milagro hacía prever un vuelco en el resultado.
El equipo de Sergio Hernández finalizó su participación en el segundo puesto en China haciendo un torneo histórico, con siete victorias y sólo una derrota, en el cotejo decisivo. El básquet argentino tiene futuro.