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jueves, marzo 28, 2024
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La Sociedad Argentina de Pediatría alerta por una caída en los niveles de vacunación NO-COVID por la pandemia

La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) alertó sobre el bajo nivel de vacunación en niños, niñas y adolescentes durante la pandemia de Covid-19. Es que según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se estima de un millón y medio de menores de un año no completa su esquema de vacunación en tiempo y forma, situación que se vio agravada por el confinamiento y la cuarentena.

Las vacunas constituyen una de las medidas sanitarias que mayor beneficio ha producido y sigue produciendo a la humanidad, previniendo enfermedades que antes causaban grandes epidemias, muertes y secuelas, tales como el sarampión, la difteria, la hepatitis B, la parotiditis, la tos ferina, la neumonía, la poliomielitis, el cáncer cervical, las enfermedades diarreicas por rotavirus, la rubeola y el tétanos”, advirtió la SAP en un comunicado que Primer Plano Online comparte con sus lectores.

Por ejemplo, la cobertura mundial de la tercera dosis de difteria, tétanos y tos ferina (DTP3) cayó del 86% en 2019 al 83% en 2020. Las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF sobre la cobertura nacional de inmunización también muestran que el 90% de los países informaron que los datos de 2020 experimentaron un estancamiento o una disminución de la cobertura de DTP3 en comparación con 20192.

“Las vacunas benefician tanto a las personas vacunadas como a las personas no vacunadas y susceptibles que viven en su entorno por el beneficio de la inmunidad de rebaño. Mediante las vacunas se ha logrado erradicar la viruela, se está finalizando la erradicación de la poliomielitis en el mundo, el sarampión ha dejado de ser un problema frecuente en nuestro medio, no tenemos casos de difteria y otras enfermedades están siendo controladas como la tos ferina, el tétanos, la hepatitis A y las meningitis meningocócicas”, afirmó Florencia Lución, médica pediatra y presidenta de la subcomisión de Epidemiología de la SAP.

Los principales riesgos asociados a la baja en las coberturas son la reemergencia de viejas enfermedades eliminadas en la región, como polio, tétanos neonatal, sarampión, rubeola y síndrome de rubeola congénita, y el aumento de casos de las enfermedades controladas como resultado de la vacunación masiva, como la hepatitis A, enfermedades invasivas por Haemophilus influenzae tipo b (Hib), coqueluche, difteria y tétanos.

Desde la SAP afirman que las vacunas más afectadas en nuestro país por esta disminución de las coberturas son la quíntuple (que protege contra coqueluche, tétanos, difteria, hepatitis B y enfermedad invasiva por Haemophilus influenzae b), la polio inactivada, el rotavirus (que previene cuadros diarreicos severos), el neumococo (prevención de neumonías y meningitis), la triple viral (sarampión, rubeola y parotiditis), la hepatitis A, varicela y meningococo (protege contra meningitis causadas por 4 tipos de meningococo: A, C, W e Y).

Respecto de las y los adolescentes, la más afectada es la vacuna contra el VPH (prevención de lesiones genitales y cáncer cervical), meningococo y los refuerzos correspondientes a difteria, tétanos y coqueluche; todas ellas incluidas en el calendario nacional de inmunizaciones, que es gratuito y obligatorio

Entre las medidas que podrían contribuir a mejorar los niveles de vacunación en los niños se destacan:

●Dar accesibilidad a los centros de vacunación con horarios amplios.

●Aprovechar cada contacto de los pacientes con el sistema de salud para controlar los esquemas de vacunación e iniciar y completar programas focalizados en los menores de 18 meses, al ingreso escolar y a los 11 años.

●Coordinar acciones desde los centros de salud con las escuelas o el área de educación correspondiente para facilitar el acceso a las vacunas. No descartar lugares donde se realicen mega eventos como partidos de futbol, recitales o centros de esparcimiento.

●Llevar adelante acciones proactivas como contactar a las personas empleando los registros nominales de vacunación o listas de pacientes por profesional o centro de atención.

●Promover la capacitación continua para profesionales y vacunadores, teniendo en cuenta la complejidad y actualizando los cambios en el calendario de vacunación.

●Difundir a la comunidad información clara, oportuna y adecuada dirigida a padres, pacientes, maestros y otros actores sociales que pudieran promover acciones a favor de las vacunas.

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