El gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dio a conocer un video con el compilado de situaciones absurdas, grotescas y por supuesto agresivas que se viven los fines de semana durante controles de tránsito que se llevan a cabo en todo el territorio porteño.
Según se informó oficialmente, en lo que va de 2022 se realizaron en esa jurisdicción más de 225.000 controles de alcoholemia, de los cuales 3.600 dieron positivo. Las nuevas penalidades que entraron en vigencia este año establecen que la licencia de conducir será inhabilitada por varios meses según el dosaje de alcohol en sangre: de 2 a 4 meses cuando el dosaje es entre 0.50 y 0.99; de 4 meses a 2 años con un dosaje desde 1 en adelante.
Las fuertes multas económicas, que llegan hasta los 150 mil pesos, alcanzan a la persona que conduce el vehículo, que además debe realizar un curso de educación vial y pierde transitoriamente el rodado, que es trasladado a una playa de acarreo.
EXCUSAS Y AGRESIONES
Un hombre al que el test le arrojó un dosaje de 1.14 intentó justificarse diciendo que venía de un cumpleaños y que “no sabía que la cerveza podía pegar tanto”. “Vivo a 3 cuadras, te puedo manejar con los ojos vendados”, explicó a agentes de tránsito el conductor alcoholizado, como si la corta distancia evitara algún tipo de accidente.
Posteriormente se negó a dejar su vehículo y desafió a las y los inspectores viales hasta que su esposa lo retó y le puso los puntos: “ahora no empieces a discutir… ahora jodete”, le señaló la mujer mientras le pedía que actúe como una persona adulta y lo convenció de irse caminando a su casa.
Otra situación fue la de un joven que dio 0.54 positivo en el control. Estaba yendo a bailar y reconoció estar haciendo una especie de previa en el auto. “Esto es lo único que tomé”, se excusó mostrando una lata de cerveza. “Compré dos birras recién y me estaba tomando la primera”, graficó. Esa situación no tuvo salida, pero pese a que le retuvieron el vehículo decidió no cambiar sus planes y se fue caminando al boliche con sus latas de cerveza.
También hubo un caso en el que un muchacho no sopló correctamente la pipeta por lo que no se le pudo hacer el test. Luego de varios intentos y dada la negativa a hacer el control se le retuvo el vehículo. El joven se rehusaba a dejar su camioneta diciendo que era de mucho valor. Cuando los agentes de tránsito le explicaron que iban a tener que llamar a la Policía el conductor cambió de opinión: se bajó del vehículo y se fue caminando.
Los operativos son realizados por el Cuerpo de Agentes de Tránsito de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad y la Policía de la Ciudad.
