
El jueves a la noche, los futbolistas resolvieron ir al paro. Los de la Primera -que en gran parte tienen los sueldos al día- se solidarizaron con sus compañeros y a través de Futbolistas Argentinos Agremiados resolvieron no jugar hasta que se les deposite el dinero de los sueldos adeudados a futbolistas mayoritariamente del ascenso.
Lejos de acatar la medida, el viernes los dirigentes de Primera B Metropolitana, Primera C y Primera D (la B Nacional comienza recién el próximo fin de semana) anunciaron que iban a disponer equipos con juveniles. Sin embargo, escasas horas antes del comienzo de la jornada del sábado dieron marcha atrás y solo la categoría más baja del ámbito metropolitano saldrá a la cancha porque es amateur.
#Ascenso Los encuentros de Primera B y Primera C, programados para este fin de semana, han sido postergados https://t.co/9hvftcj0wP pic.twitter.com/5GgedOEpoi
— AFA (@afa) March 4, 2017
La decisión de los dirigentes del Ascenso llegó el viernes. Al comunicarla se escudaron en las posibles sanciones y quita de puntos que iban a realizar desde la AFA. Sus jugadores profesionales, sin embargo, se mantuvieron firmes y por eso la solución fue ajustarse al artículo 205 del Reglamento General, que indica que ante «casos de fuerza mayor», se podía eximir la exigencia de utilizar como mínimo ocho profesionales.
A raíz de esto se debían cumplir como requisitos que los jugadores sean menores de 21 años, que no tuvieran contrato o, si lo tuvieran, no haber debutado en primera aún. Para que esto suceda, pesó la mano de Chiqui Tapia, quien intentó dar muestras de poder al menos con su categoría, la B Metro. Y los dirigentes de esa divisional y también los de la C se encolumnaron detrás suyo. Sin embargo, horas después todo cambió. ¿Alguien explicará por qué?