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viernes, marzo 29, 2024
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La conmovedora despedida al remisero asesinado en Morón y un grito: justicia

Fue un grito de impotencia, porque dos asesinos se llevaron a un laburante, a un tipo que no paraba más que un ratito para tomar un mate con la familia y seguía. Que se levantaba muy temprano para ir a brindar su servicio en la empresa de remises Traslada y al que asesinaron cerca de la medianoche, cuando terminaba de dejar en su casa a un abogado.

Una impactante caravana de más de 200 autos acompañó el cortejo fúnebre desde la cochería Carlos Gómez hasta el cementerio de Morón, donde los restos de Carlos recibieron sepultura. El remisero asesinado el sábado en la esquina de Añeiros y Alesandri al pretender escapar de un robo fue despedido con los honores que merece “un buen tipo, que vivió toda su vida por y para su familia”.

Primer Plano Online se contactó con Marcelo Pérez, compadre del chofer víctima del brutal ataque. Marcelo es padrino del hijo menor de Carlos, de 14 años, y amigo desde siempre. De hecho, hasta fueron socios en su momento, dado que tuvieron en sociedad una verdulería. Pero la inestabilidad del negocio y el drama de la inseguridad hizo que su amigo se volcara a trabajar por su cuenta, manejando para ganarse el pan diario.

Carlos vivía en Haedo desde que volvió de España, a donde había ido a probar suerte. Padre de ocho hijos (los dos más chicos con su actual esposa), y el resto de parejas anteriores suyas y de su actual mujer, hacía un culto en aquello de los tuyos, los míos, los nuestros: familia ensamblada en toda su expresión. Anteriormente trabajaba en Manuel Tienda León, pero después pasó a la actual empresa, que ofrece servicios VIP para empresas y profesionales, en la que se desempeñaba con su Chevrolet Spin.

EL POSTEO DE LA VIUDA DE CARLOS

Como informó Primer Plano Online, dos asesinos, que según fuentes de la investigación están identificados y siendo intensamente buscados, se le cruzaron en el camino tras dejar al último pasajero del día. Uno de ellos se bajó de la Kangoo en la que viajaba y le apuntó al parabrisas. En su desesperación, Carlos intentó escapar del robo y puso marcha atrás. El delincuente, sin mediar palabra, le disparó al pecho. La víctima retrocedió unos metros y chocó, marcha atrás, contra una casa.

En la conversación con el cronista de este medio, al compadre de Carlos se le interrumpió la voz varias veces. Es que hablar de su amigo lo hace revivir la traumática experiencia anterior, cuando mataron a su suegro. Y, antes de cortar, pide un favor: “que este aberrante hecho no quede impune y la justicia encuentre a los asesinos”.

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