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viernes, marzo 29, 2024
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“Pero el amor es más fuerte”: desbordó la solidaridad y nenes y nenas con cáncer del hospital Posadas recibieron sus regalos

Lo que pasó es indescriptible. Es amor puro, es solidaridad, no sé, es mágico: pudimos ir con más del triple de los juguetes que nos robaron y los ojitos de cada chico por los regalos que recibían no me los olvido más. Eran un montón de juguetes, porque con la bronca interna que teníamos le decíamos ‘mirá que tengo otro si ese no te gusta’. Elegían ellos y por un momento fueron felices”.

Gabriela Peirano dejó atrás la impotencia por el robo que sufrió el viernes por la tarde la colaboradora de la fundación El Ejército de Alejito, que ella conduce, y se dejó llevar por la canción que para ella es un emblema de vida: “el amor es más fuerte”. Y, finalmente, cumplió una vez más con su misión: que a ninguna nena y nene que pase sus días en internación para enfrentar el cáncer en el hospital Posadas de Morón le falte un regalo navideño.

Fueron por el área de oncepediatría, a Casa Posadas, a Pediatría, a internación pediátrica, a Neonatología, a Pediatría y en cada rincón del nosocomio donde había una criatura no faltaba un obsequio, con Papa Noel y su bolsa al hombro. “Hasta lo chicos que estaban en el pasillo del ‘hospi’ tuvieron su regalito”, le contó Peirano a Primer Plano Online.

Además de los navideños, Gabriela y sus colaboradores guardaron para Reyes Magos algunos presentes más y dinero que, solidaria y desinteresadamente, cientos de usuarios y usuarias le transfirieron a partir de conocer el robo el sábado por la mañana a través de una publicación de este medio que rápido se viralizó y también fue tomada por otros sitios informativos. “Estalló todo y fue una lluvia de amor que no se puede explicar, simplemente sentirla”, completó la referente de la ONG que construyó a partir de la muerte de su pequeño hijo.

Respecto del auto robado el viernes por la noche en Castelar Peirano supo que apareció el viernes por la tarde en Merlo, sin las ruedas y semi incendiado. Por supuesto, nada de las bandejas y los juguetes que le llevaron, que estaban destinados para la infancia del centro de salud. “Ella (la colaboradora víctima del robo) está muy feliz de que, a pesar de que la asaltaron y apenas si alcanzó a bajar a su hijito del coche, todo esto tuviera un efecto multiplicador”, cerró Peirano.

Vendrá ahora el pago de parte del seguro tras el trámite administrativo de rigor, pero esa es una anécdota que no les borra la sonrisa a todas las personas que forman parte de El Ejército de Alejito.

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