
El Gobierno de la provincia de Buenos Aires le dio fin a la obligatoriedad del uso de barbijos en las escuelas, en los trabajos y en los espacios recreativos al aire libre. La medida rige desde hoy, jueves 7 de abril, y lo que sí contempla es que siga siendo obligatorio la utilización en el trasporte público como medida preventiva del Covid-19.
Curioso, pero luego de tantas horas de anuncios a través de los canales oficiales, el anuncio de la medida fue realizado mediante una serie de posteos publicados en la red social Twitter por el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak. La medida se había instrumentado el mes pasado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y varios intendentes se la venían reclamando al gobernador Kicillof.
Seguiremos monitoreando la situación epidemiológica, entregando barbijos en las escuelas, completando los esquemas de vacunación y realizando una vigilancia activa para que estas medidas las podamos sostener y nos acerquemos cada vez más a una plena normalidad.
— Nicolás Kreplak (@nkreplak) April 6, 2022
En sus mensajes, el responsable de la cartera sanitaria destacó que la Provincia registra 10 semanas con los casos de Covid en baja y un 95% de la población ya inmunizada contra esa enfermedad. Aseguró que el distrito se encuentra en «una buena situación epidemiológica», tras el inicio de clases, la llegada de «los primeros fríos» y el brote de influenza adelantado.
«Continuamos recomendando la utilización del tapabocas, pero desde el jueves 7 será optativo su uso en espacios laborales, recreativos y educativos. En el transporte público seguirá siendo obligatorio», escribió Kreplak, que también señaló la importancia de los medidores de dióxido de carbono en las escuelas y el avance en la vacunación pediátrica.
«Seguiremos monitoreando la situación epidemiológica, entregando barbijos en las escuelas, completando los esquemas de vacunación y realizando una vigilancia activa para que estas medidas las podamos sostener y nos acerquemos cada vez más a una plena normalidad», completó Kreplak.