
Víctor Salinas, le hermano del baleado Javier, quien recibió dos disparos el viernes pasado en plena estación de Morón, se presentó ayer al mediodía en la fiscalía de Claudio Oviedo, quien investiga la causa, y quedó automáticamente detenido. Estaba prófugo desde el día del ataque, cuando la justicia detuvo a su otro hermano, Cristian, el tirador, y a Adrián Plessis, que estaba con el atacante en el momento de la balacera.
La situación procesal de los tres está complicada. La causa está caratulada como homicidio en tentativa agravado por el uso de arma de fuego, portación ilegal de arma de guerra y portación ilegal de arma de fuego de uso civil.
El peor frente a la justicia es Cristian, que hasta el momento es el único que aceptó declarar ante el fiscal. Según pudo reconstruir Primer Plano On Line, se limitó a decir que se defendió de la agresión de su hermano y no le quedó otra que sacar su arma “para protegerse”.
Plessis, quien fuera detenido también el viernes (y no como se informó oficialmente, que eran Javier y Cristian Salinas los apresados) se negó a declarar. En el caso de quien se entregó ayer expondrá, en principio, éste martes ante el encargado de la investigación.
Javier Salinas está fuera de peligro y en las próximas horas podría ser dado de alta del hospital de Morón, a donde fue trasladado ni bien ocurrió la agresión.
La investigación del fiscal Claudio Oviedo tendrá un valor decisivo para la política gubernamental del municipio en relación al tema venta ambulante ilegal.