
La justicia avanza en el esclarecimiento de la muerte de Florencia Velázquez, la joven de Pontevedra que murió por las heridas que recibió en el 80 por ciento de su cuerpo luego de haberse prendido fuego en su casa. En principio, la fiscal de la UFI Nº 10 de Morón especializada en violencia de género, Paula Hondeville, considera que se trató de un femicidio y solicitó a la jueza de Garantías Nº 6, Lucía Casabayó, la prisión preventiva de Leonel Vladimir Cabral, el novio de la chica y quien estaba con ella en el lugar de los hechos.
Según confirmaron a Primer Plano On Line fuentes judiciales, los elementos que logró reunir la investigación se sustentan en la reconstrucción del hecho que realizaron los peritos de bomberos de la Policía Federal, que en su momento intervinieron en el recordado caso de Wanda Tadei, la joven que fue incendiada por su pareja de entonces, el baterista de la ex banda Callejeros, Eduardo Vázquez, condenado a perpetua por el delito de homicidio agravado por el vínculo.
Del informe preliminar elevado por los expertos se desprende que no fue un autoatentado, como desde un primer momento dio a conocer la pareja, tanto ella como el imputado. El análisis objetivo de las lesiones que presentaba, el lugar en que apareció la joven, la posición del encendedor, del alcohol y demás elementos recabados no coinciden con algo que pueda haber sido algo ejecutado por ella.

Esos datos desmienten la dinámica descripta por el imputado en relación a cómo ocurrió el hecho. Pero además, en base a lo que supo Primer Plano On Line, apareció un testigo presencial de los minutos posteriores a que Florencia apareciera entre llamas. Se trata de una de las primeras personas que se acercaron a la chica cuando ella intentaba apagarse el fuego, que declaró en sede judicial que la víctima le dijo “me quemó”. De todos modos, a todas las demás personas con las que habló, desde familiares hasta médicos y policías, la mujer había expresado que se autolesionó, pero todo luego de un recorrido en el vehículo que la trasladó hasta el hospital Eva Perón, donde finalmente falleció.
Las pericias psiquiátricas realizadas al imputado tampoco lo ayudan, además del contexto de violencia de género en el que vivía la chica, pese a no haber presentado jamás una denuncia al respecto. Como informó este medio en su momento, antes del incidente la pareja había discutido por la calidad de las empanadas que ella había preparado, pero según declararon testigos, esa situación no era novedosa porque la relación entre ambos era “tormentosa”.