
Román Martínez es formalmente jugador libre. Cumplió anoche, con la finalización de la Superliga para Lanús, su contrato con la entidad sureña, con lo cual a partir de hoy ya puede empezar a diseñar su futuro como jugador profesional.
Luego de tres temporadas en las que obtuvo tres títulos (campeonato de Primera 2016, la Copa Bicentenario 2016 y la Supercopa Argentina 2016) y disputó ni más ni menos que la final de la Libertadores ante Gremio, el volante de 35 años decidió alejarse del ‘Granate’ dado que el técnico Ezequiel Carboni lo relegó desde su asunción, a principios de año. Pese a la ovación que recibió de los hinchas a modo de gratitud, su ciclo en ese club se cumplió.
Con el fin de esa fructífera aventura futbolística, los hinchas del Deportivo Morón empezaron la ilusión, con fundamentos lógicos, de poder repatriarlo. El entrenador Walter Otta ya habló con los dirigentes y manifestó que sería un verdadero salto de calidad poder contarlo en el plantel profesional para la próxima temporada, pese a que sabe de la dificultad económica que eso implica.
Es que el contrato de Román casi quintuplica al mayor salario que abona el ‘Gallo’ a sus jugadores mejores pagos. De todos modos, tanto los dirigentes como el propio futbolista, según hizo saber a través de allegados, estarían dispuestos a hacer un esfuerzo conjunto para llegar a un rápido arreglo y sellar un futuro común. La ilusión de jugar con su hermano, el lateral Nicolás Martínez, es algo que pesa y mucho en la balanza a la hora de decidir. Está claro que ofertas al volante no le van a faltar.
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