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viernes, marzo 29, 2024
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Se negó a declarar el acusado del femicidio de Camila y seguirá preso, mientras las pruebas en su contra se acumulan

El acusado de asesinar a su expareja Camila Tarocco, la joven cuyo cuerpo encontraron el pasado martes después de casi 11 días de búsqueda en Moreno, se negó a declarar ante la fiscal que investiga el hecho, Luisa Pontecorvo, y seguirá preso.

Ariel González está imputado por el delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género, en concurso real con falso testimonio, que prevé la pena de prisión perpetua. Sin embargo, había sido detenido antes de que encontraran asesinada a Camila por desobedecer la orden de restricción de acercamiento en una causa por violencia de género que había iniciado la propia víctima, como informó Primer Plano Online.

Luego del hallazgo del cadáver de la chica, varios elementos de prueba se sucedieron en el expediente. El más importante fue el aportado por un vecino del sospechoso, quien acercó a la justicia una pala que González de había pedido horas antes de que desaparezca Camila. “Necesito sacar unas lombrices porque me voy a pescar», fue el argumento del acusado el brutal femicidio a su interlocutor.

Esa pala el hombre la entregó ayer a la justicia y le aseguró a los investigadores que no la había tocado luego de habérsela prestado, con lo cual allí debería estar la tierra del lugar en el que encontraron el cuerpo. Será peritada por la Policía Científica.

En el expediente se acumulan 1200 páginas de datos e informes recopilados con el correr de los días. Entre otras cosas, están las búsquedas que realizó González con su teléfono en las plataformas Google y Youtube. “Cómo ver las historias de Instagram de alguien sin que se entere”, “Cómo leer los mensajes de WhatsApp de otra persona”, “Cómo entrar a los mensajes de otra cuenta de Facebook”, fueron algunas de las respuestas que intentó obtener.

La obsesión que tenía con Camila, que estaba en una incipiente relación, es la clave para desentrañar el caso. Además, en la causa está registrada la declaración de un familiar del acusado, que tomó fuerza luego de que se confirmó que Camila había sido asesinada. Era una pista que no cerraba desde sus dichos iniciales. “Dejo a N. (el apodo de su hijo) porque maté a Camila”, se le escuchó decir en la casa de su mamá.

¿Podría habérselo la madre de González a los investigadores eso como para evitar tanta angustia en la búsqueda? “No puede declarar para incriminar a su hijo”, explicó uno de los investigadores a Primer Plano Online. Lo cierto es que el cuerpo de Camila estaba atado con cables y en posición fetal adentro de la funda de plástico oscura de un puf, o «fiaca», al que le había sacado todo el relleno para poder meter a la chica.

El crimen de la joven no fue una cuestión de minutos. Y todo indica que sucedió en la noche del viernes 3 al sábado 4 de abril, cuando se reportó su desaparición. El estado de descomposición del cadáver era tal que apenas pudieron identificarla por los tatuajes. En los próximos días estarán los resultados de los análisis que completaron la autopsia para comprender cómo fue asesinada.

A Gonzáles le toca contar con una defensora oficial, que es la doctora Verónica Vieito, quien ayer sólo se limitó a recomendarle que no declare. Por lo pronto, la fiscal Luisa Pontecorvo, de la UFI Nº 3, seguirá recolectando pruebas en su contra para pedirle a la jueza de Garantías María Celina Ardohaín la prisión preventiva.

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